Otoño, la Vera y nosotros comenzando una de las rutas más populares y famosas de toda Extremadura, la ruta de la Serrana de la Vera, una ruta serrana a tope ya que pasa de las montañas del valle del Jerte a las cimas y valles de la Vera.
La serrana de Tormantos o de la Vera es un personaje de un mito muy extendido por toda Extremadura, especialmente por el Valle del Jerte y la Vera, de donde se la supone originaria y donde pervive el personaje en toda su dimensión mítica, al igual que por otras zonas. Se trataría de una hermosa mujer con apariencia de cazadora o de amazona de gran fuerza y ciertas características sobrenaturales que vive en los montes y lleva a los hombres con los que se cruza a su cueva para matarlos ( a menudo tras emborracharlos y haberles hecho el amor) y guardar los huesos como trofeos en su cueva.
Nuestra ruta comienza en Piornal, uno de los pueblos más altos de Extremadura. Tomamos la carretera dirección a Garganta la Olla, para al poco de salir del pueblo tomar un camino a nuestra izquierda, junto a los carteles informativos de la ruta (atención: no fiarse de dichos carteles). El camino discurre por las traseras de la Hospedería La Serrana y practicamente paralelo a la carretera.
Llegaremos a la fuente de los helechares y continuaremos de frente atravesando bosques de castaños, que en esta época están siendo explotados para recoger su preciado fruto.
El camino esta complicado ya que las señales aparecen y desaparecen pero sin continuidad. En algunos tramos el camino también desaparece y tenemos que caminar campo a través ayudados forzosamente por el gps. Recogemos algunas castañas para probar los frutos otoñales. (Están buenaassss)
Luego comenzamos a girar a nuestra derecha atravesando una zona de piornos pero quemada recientemente, hasta alcanzar una pequeña carretera asfaltada por la que continuamos girando a la izquierda. Seguimos un buen trozo encima del asfalto para llegar a un altiplano en el que empezamos a ver ya la comarca de la Vera a nuestra derecha. Dejamos el asfalto tomando un camino por la derecha que nos adentra enseguida en un bosque de robles y helechos.
Aquí comienza una zona que esta bastante bien señalizada, ya que el camino es bastante complicado de seguir debido a la abundante vegetación que lo cubre. Enseguida atravesamos una pared y comenzamos a descender hacia la comarca de la Vera, en busca de Garganta la Olla.
Vamos siguiendo las laderas de las montañas, unas veces por pista de tierra, otras veces por senda y las que más campo a través. Nos encontramos con algún que otro cazador, alguna que otra perdiz y bastante ganado en medio del camino. Pasamos una portera que cierra el camino y comenzamos a descender hacia la Garganta Mayor y el puente de Pivilla.
Aquí decidimos hacer el descanso oportuno para comernos nuestras provisiones, bocatas y demás. Algunos necesitan un buen tamaño de viandas para poder continuar con la exigente ruta.
Después de la opípara comida y un buen descanso retomamos la marcha, ahora por un precioso bosque de robles y siguiendo una alambrada a nuestra izquierda. El primer tramo es bastante cómodo pero la cosa se va complicando y luego comienza una constante subida entre matorral bajo. Las señales por esta zona brillan por su ausencia.
Así llegamos a un alto, donde nos despistamos un poco, ya que las señales de la ruta (un PR según todas las informaciones) desaparecen completamente. Gracias a nuestro pequeño aparatejo de GPS conseguimos retomar el que creemos que es el buen camino y así llegamos a una zona de canchos por la que descendemos hasta encontrarnos enmedio de las ruinas de lo que creemos es un antiguo monasterio o ermita. Aquí seguimos descendiendo hacia nuestra derecha y retomamos las señales y un pequeño camino empedrado en algunos tramos.
Pero la alegría nos dura poco y de nuevo las señales desaparecen y nos vemos en medio de un precioso bosque de robles y helechos sin ningún camino ni sendero asi que nos guiamos simplemente por el gps hasta alcanzar, en un vertiginoso descenso a lo bestia, una pista de tierra que tomamos hacia la izquierda. Continuamos por ella hasta llegar a unos pilones que se encuentran a nuestra derecha y por los que debemos descender de nuevo campo a través y sin encontrar apenas ninguna señal.
Enseguida llegamos a otra pista de tierra donde volvemos a retomar la buena señalización y enseguida giramos de nuevo a la derecha por un pequeño sendero, pero bien señalizado que nos lleva en un rápido descenso hasta la carretera y el monumento a la serrana de la Vera.
Desde aquí decidimos continuar por la carretera hasta la localidad de Garganta la Olla. Atravesamos de nuevo la Garganta Mayor en la zona de baño contigua al pueblo y así conseguimos rematar esta dura ruta, después de casi 8 horas y 21 kilómetros.
Comentar la casi necesidad forzosa de realizar la ruta con gps, ya que sin él la orientación es bastante complicada. También denunciar el mal mantenimiento de la ruta tanto en señalización como en limpieza del camino, no en su totalidad pero si en su amplia mayoría.
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