En esta ocasión nos desplazamos a la provincia de Salamanca, bueno estamos casi en el limite, unas veces caminamos por Salamanca y otras por Cáceres. Se trata de realizar la ruta de la Fuensanta, una pequeña fuente que mana en estas sierras tan frías.
Es una mañana radiante pero fría, nos dirigimos al pueblo cacereño de La Garganta para continuar ascendiendo, pasando primero por el pozo de la nieve y luego por el corral de los lobos y en un cruce de caminos nos apartamos de la helada carretera para aparcar en una pequeña explanada.
Comenzamos el recorrido caminando primeramente por la carretera que en ocasiones está totalmente helada y con bastante nieve. Algunos de los senderistas tienen algunos problemas para mantenerse en pie y lo pasan un poquito mal. Enseguida llegamos a un camino a nuestra derecha y junto a la carretera encontramos lo que creemos que es la Fuensanta (aunque más bien parece un pilón). Aquí nos internamos en un hermoso y frondoso pinar.
El camino comienza a ascender entre vueltas y revueltas. Según vamos subiendo nos vamos encontrando cada vez con más nieve. El recorrido es muy bonito, entre la nieve y el bosque. Las rampas poco a poco se van endureciendo y realizamos un alto en el camino. Mientras estamos parados aparece un ciclista que sube la montaña a ratos andando y a ratos en la bici. Que moral, subiendo con la bici con la nieve que hay en el camino.(creíamos que era Gorri, pero no)
Poco a poco llegamos al collado, donde ya nos encontramos de frente con la imponente Sierra, estamos justo enfrente del circo de Hoya Moros y de todas sus cumbre, entre las que destacan los dos hermanitos.
El camino gira hacia la derecha y casi llaneando nos vamos acercando a la cumbre del Cancho de la Muela, estamos superando los 1600 metros de altitud.
Nos adentramos por una portera a nuestra izquierda, para asomarnos, desde unos grandes canchales, a ver Hoya Moros y el valle de Navamuño, por donde ya empieza a discurrir el río Cuerpo de Hombre. Luego tomamos un pequeño camino que descendiendo nos lleva hasta otra puerta que atravesamos para girar a la izquierda y tomar una amplia pista que enseguida asciende duramente pero por un corto trecho. Luego viene un pronuciado descenso que menos mal que en esta parte del recorrido apenas hay nieve, sino hubiesemos tenido algún que otro problema.
Más adelante hacemos la paradita de rigor, para darnos el gusto de comernos nuestros buenos bocatas y disfrutar de esta día tan espléndido. Nieve, sol, buena temperatura y mejor compañía.
Seguimos descendido, ahora con vistas a Hervás y al valle de Ambroz; incluso vemos el pantano de Gabriel y Galán.
El descenso continua y se vuelve más empinado, hacemos un par de revueltas para llegar a un cruce de caminos, tomamos el de la derecha que nos lleva a circunvalar el cancho de la muela pero ahora por el lado contrario al que hemos subido, viendo una perspectiva totalmente diferente de la roca.
La nieve vuelve a hacer acto de presencia y el cemento en la pista también con el consiguiente peligro que eso conlleva. Seguimos descendiendo hasta que en una curva con mucho hielo y mucho hormigón nuestra compañera Toñi se pega una caída de aupa, dañandose un poco el codo y sus partes traseras. Menos mal que no se hizo nada grave.
El camino continua descendiendo hasta desembocar en la carretera de La garganta a Candelario, justo enfrente de donde hemos aparcado los coches.
Más información del recorrido y el track de la ruta lo puedes obtener en "nuestras rutas"
