Cuando acaba el verano:
Seguro que a lo largo de este verano muchas personas han descubierto el placer de caminar por nuestras montañas, sierras y valles.
Muchos de estos nuevos senderistas desean seguir saliendo a pasear durante el otoño e incluso se animen más adelante a descubrir los paisajes invernales.
Con la llegada de la nueva estación, surge una serie de factores que debemos tener en cuenta a la hora de evitarnos posibles percances o situaciones no deseadas.
Uno de estos factores son las horas de luz de que dispone el día, las cuales irán disminuyendo de forma considerable. Este hecho debe ser tenido en cuenta a la hora de programar nuestras próximas salidas.
Otro de los factores que debemos considerar es el de la temperatura, que puede bajar de forma brusca a lo largo de la jornada, o de unas pocas horas. Cabe recordar que a partir de septiembre en la alta montaña puede llegar a nevar.
Además de estos posibles cambios de temperatura, debemos considerar que el tiempo es más inestable y las lluvias más frecuentes, lo cual puede dificultar mucho una excursión.
Aún conociendo los caminos o senderos por los que caminamos, debemos fijarnos muy bien, pues aunque hayamos transitado por ellos en verano, con el cambio de estación también cambia el paisaje, lo cual puede llegar a desorientarnos.
