Fronterizas entre Ourense y Portugal, estas graníticas montañas conservan la huella de antiguos asentamientos humanos como dólmenes, castros, termas o vías romanas.
El parque se extiende por los ayuntamientos orensanos de Entrimo, Lobios y Muiños, uniéndose con el Parque Nacional de Peneda-Gerês en Portugal, formando una maravillosa combinación de montañas graníticas, saltos de agua, torrentes y espesa vegetación.
Este parque creado en 1993 ofrece una vegetación variada, bosques caducifolios, robles y alcornoques en las zonas bajas y acebos y tejos en las superiores.
Eleva sus principales cumbres por encima de los 1500 metros, alcanzando su máxima elevación en el pico Nevosa de 1.542 m. Esta montaña tiene el privilegio de ser la más alta de toda la frontera hispano-portuguesa.
En el Xurés destaca también el agua, con innumerables cataratas y saltos -frechas o fechas como les llaman los lugareños- entre las que destaca la sorprendente Fecha do Curro, despeñandose más de 200 metros.
La zona que comprende el parque fue muy conocida desde antiguo como lo atestiguan buen número de dólmenes, restos castreños y asentamientos romanos. Destaca la XVIII Vía Militar entre Braga (Bracara Augusta) y Astorga (Asturica Augusta), una de las tres grandes calzadas romanas que atravesaban Galicia.
El parque tiene 14 rutas de senderismo y ciertos parajes lindantes con ellas son de acceso restringido, por lo que es necesario respetar las señales.
Podemos destacar la Ruta de Queguas (PR-G 27): Se parte por una pista desde la aldea de Queguas, perteneciente a la
parroquia y arciprestazgo de S. Tomé de Venceáns. Es ésta una ruta
circular que bordea altas cotas
de montaña por las Sierras de O Laboreiro y Queguas, alturas que rondan
los 1.000 m. donde domina
la roca y el matorral. Atraviesa lugares con un gran atractivo
paisajístico
y se alcanzan visualmente horizontes que llegan hasta los Montes do
Quinxo o las cumbres graníticas y afiladas de la Serra do Xurés y sus
imponentes bloques de piedra.
En la zona son frecuentes los vestigios
prehistóricos.Son unos 6 kilómetros que podemos realizarlos tranquilamente en unas 3 horas para disfrutar plenamente del entorno.
Crucemos las aguas del Limia y disfrutemos del paraíso natural de este rincón galaico-lusitano. Seguro que no lo olvidaremos.
Fuente: Revista Caminar.
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