- Escoge bien las excursiones. Elige una zona adecuada a tus conocimientos y no sobrevalores tus condiciones físicas.
- Estudia previamente el lugar, sus características geográficas, los aspectos históricos, culturales, la fauna y flora...
- Una guía de la zona, el mapa y la brújula nunca deben faltar en la mochila.
- El equipo adecuada, de acuerdo con las características de la excursión y la época del año es un tema a tener siempre en cuenta.
- Acude con personas experimentadas y nuca sólo.
- Los cambios bruscos de climatología en la montaña son frecuentes. Lo fácil puede volverse difícil. Lo consecuente es regresar en las mejores condiciones. Siempre quedarán más oportunidades.
- Durante el recorrido se ha de ajustar el paso al menos fuerte del grupo, que debe ir junto al primero, evitando de esta forma que nadie quede rezagado.
- Nunca alcances el límite de tus fuerzas. La naturaleza está para disfrutarla caminando sin prisas, a tu propio paso.
- Indica tu itinerario al guarda del refugio o albergue, a la familia y a los amigos.
- No abandones ni entierres desperdicios. Regresar con ellos debe ser tan sencillo como transportarlos durante la excursión.
- Los campos y las tierras trabajadas merecen nuestro respeto.
- Cierra los portillos que rodean los campos a tu paso. Dejarlos abiertos perjudica a los propietarios de ganado.
- La licencia federativa del año en curso es necesaria. El rescate en montaña y el consiguiente tratamiento clínico no es siempre gratuito.
Fuente: Revista Caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.