Sierra de Gata. Cáceres
Este pasado mes de Abril en colaboración con el Grupo Senderista "Catelsa Cáceres" acometimos la ascensión al monte Jañona de la Sierra de Gata que con sus 1367 metros de altitud es una de las cimas más importantes de la Sierra.
Un esplendoroso día de Abril nos esperaba en la localidad de Gata. Iniciamos el recorrido después de un pequeño desayuno en el camping de Gata. Salimos desde el centro del pueblo, al lado de su iglesia y tomamos la calle Virgen del puerto, para iniciar una dura subida que nos lleva a las afueras.
El camino está empedrado en este primer tramo, parece una calzada, caminamos al lado de una gran cruz de piedra.
La subida es continua aunque hay tramos muy cómodos y suaves. El grupo que inicialmente iba unido se empieza a disgregar un poco. Atravesamos varias fuentes que manan abundantemente gracias al lluvioso invierno que hemos tenido.
Según vamos ascendiendo la panorámica se va ampliando. Lástima de las secuelas del gran incendio forestal que azotó ultimamente esta parte de la sierra.
Pasamos por la ermita de San Blas, donde pararemos a comer en el camino de regreso, pero ahora practicamente no nos detenemos y continuamos la subida hasta el puerto de Castilla situado por encima de los 1000 metros y donde hacemos el reagrupamiento y nos paramos a reponer algo las fuerzas con algo de comer.
Volvemos a caminar, ahora ya en dirección clara hacia nuestro objetivo que vemos claramente desde el camino que cómodamente nos va acercando hasta él.
La última sorpresa de la mañana es el duro y difícil cortafuegos que tenemos que acometer para ascender hasta la cima. Cada uno y según sus fuerzas inicia la dura subida. Algunos no se acaban de animar y se quedan abajo pero son los menos, casi todos nos lanzamos a la conquista del Jañona.
Arriba después de las fotos de rigor y de descansar un poco, disfrutamos de las maravillosas vistas que en todas direcciones obtenemos desde nuestra atalaya. Aunque aquí arriba el frío y el viento aprietan de lo lindo.
Julio aprovecha para conquistar esta cima por la Zancada, aunque en otro tiempo ya la habíamos coronado en compañía de Fernando y Toñi.
Luego iniciamos el descenso que nos lleva de vuelta a Gata. Eso si parando a comer unos buenos bocatas en la ermita de San Blas, y alguno que otro hasta se tumbo y se echo una pequeña siesta.
En fin una bonita ruta junto con los amigos de Catelsa con los que iniciamos una colaboración que esperamos sea larga y fructífera.
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